Descripción
Esta novela fabula las peripecias de ciertos caracteres de la bohemia snob del Montevideo contemporáneo. Converge hacia dos atractores: la desganada obsesión de uno de los protagonistas por reconstruir a una mujer borroneada llamada Andrea, de la que tal vez estuvo enamorado, y las actividades de una galería de arte ubicada en Ciudad Vieja.
Este segundo núcleo activa la fascinante originalidad del texto: un narrador, que tiene algo de Proust de periferia, entreteje una atmósfera chispeante y ruin mientras encadena episodios que se corresponden con las performances o instalaciones que ocurren en la galería, dando lugar al montaje de alucinaciones estrafalarias que son lo más intenso y gracioso de la novela. No hay en ella ninguna gravedad solemne, pero sí una caricaturización amarga del indeterminismo grotesco de algunos ambientes paraculturales. No faltan ni lo sórdido ni los fantasmas.
El autor se vale de una prosa que no se traba nunca, aunque siempre se la percibe como enrarecida, y en la que no son infrecuentes ciertos relampagueos poéticos, para lograr otra originalidad: iluminar el devenir melancólicamente dionisíaco de lo urbano y lo nocturno, dentro de una narrativa uruguaya que desde hace un tiempo parece estar yéndose campo afuera o escarbando en la negrura de las fórmulas policiales.
Gustavo Espinosa