Descripción
La emoción más fuerte y antigua de la humanidad es el miedo, y el más intenso y antiguo tipo de miedo es el miedo a lo desconocido. Quienes leen sin placer a Lovecraft (sobre todo en algunas de sus obras como En las montañas de la locura o El que susurraba en las tinieblas ) no conocen el grado superlativo del miedo, esa angustia que podríamos denominar, en buen romance, el pavor, y que a él mismo le gustaba llamar horror cósmico , no sin grandilocuencia. Se trata del miedo a la existencia en general, al universo en tanto lugar extraño y hostil. La emoción más fuerte y antigua de la humanidad es el miedo, y el más intenso y antiguo tipo de miedo es el miedo a lo desconocido. Quienes leen sin placer a Lovecraft (sobre todo en algunas de sus obras como En las montañas de la locura o El que susurraba en las tinieblas ) no conocen el grado superlativo del miedo, esa angustia que podríamos denominar, en buen romance, el pavor, y que a él mismo le gustaba llamar horror cósmico , no sin grandilocuencia. Se trata del miedo a la existencia en general, al universo en tanto lugar extraño y hostil.





