Descripción
Después de Más crianza, menos terapia, una obra esencial para pensar la infancia, Luciano Lutereau explica magistralmente por qué la adolescencia es el momento de mayor autenticidad en la vida del ser humano.
Más que extraviados o fantasiosos, los jóvenes son quienes mejor entienden la realidad. Durante la adolescencia se logra un equilibrio importante entre
la realidad y la fantasía: mientras los niños adquieren gradualmente la noción de realidad y los adultos priorizan la adaptación a los deberes que esta les impone, los jóvenes tienen la virtud de estar en el mundo pero sin llegar a confundirse con él. De ahí su potencial transformador, su fuerza para resistir ante lo establecido